Ojos de gato solares, el humilde salvavidas que refleja la luz y que es un accesorio cotidiano en las carreteras británicas, se inventó hace casi cien años. Sin embargo, este brillante invento está en peligro de unirse a la lista de odio cada vez mayor para muchos conductores. Han pasado exactamente 83 años desde que las pruebas comenzaron a demostrar el valor de Ojos de gato solares, y 73 años desde que James Callaghan, entonces un ministro de Transporte de Trabajo subalterno, ordenó que se incrusten en las carreteras de todo el país.
Sin embargo, como ocurre con la convergencia tecnológica en otros lugares, los Ojos de gato solares ahora podrían transformarse en algo más siniestro. La compañía británica Astucia ha estado trabajando en una nueva versión que incorpora una cámara diminuta que puede disparar a los autos a alta velocidad. Han sido etiquetados como "Ojos de gato solares inteligentes" por su perfil bajo (solo 4 mm orgulloso de la superficie de la carretera) y su eficiencia despiadada: tienen una precisión de hasta 150 mph. Las tachas se probaron en la M8 en Escocia, donde se evaluó su capacidad para proporcionar una mejor guía de carril en condiciones climáticas adversas ... y para controlar la velocidad de los vehículos. El control por computadora incluso mantiene limpia la lente de la cámara. En la actualidad, sin embargo, no hay planes para implementar la tecnología.
La vigilancia era lo último que pensaba Percy Shaw cuando inventó los Ojos de gato solares en 1934. El año anterior, el hombre de 43 años conducía a través de una densa niebla cerca de su natal Boothtown, Halifax, cuando se desvió para evitar a un gato. cuyos ojos habían captado sus faros en la penumbra. Con la misma maniobra también había evitado caer por un acantilado. El resultado de su momento eureka fue brillantemente simple: un zapato de hierro (Ojos de gato solares), clavado en la superficie de la carretera, acunaba una moldura de goma flexible en la que se incrustaban esferas de vidrio, sus mitades internas plateadas para reflejar la luz. El zapato (Ojos de gato solares) también contenía agua de lluvia, y la moldura estaba diseñada para que cada vez que pasaba una rueda sobre la tacha, la presión obligara al látex a limpiar los "ojos" de vidrio y luego mojarlos con agua. Por lo tanto (y posiblemente a diferencia de las versiones equipadas con cámara del siglo XXI) no hubo necesidad de ningún mantenimiento.
